"Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, toda la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de Cristo; y contribuir, así, al bien del Pueblo de Dios" (CIC 1499).
La Unción de los enfermos "no es un sacramento sólo para aquellos que están a punto de morir. Por eso, se considera tiempo oportuno para recibirlo cuando el fiel empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez" (CIC 1514)
Nuestro párroco monseñor Álvaro Vidales Bedoya permanece atento a la llamada de las familias y de las clínicas cercanas, así mismo acoge a quien se encuentre previo a una cirugía o una situación especial de salud